El mercado de los videojuegos, incluso con la lacra de la piratería, sigue siendo boyante y rentable. Si bien en sus inicios era cosa de compañías dedicadas casi en exclusiva (Atari, Nintendo, SEGA...), con la llegada de los 32 bits fue Sony la primera de las grandes empresas del mundo de la electrónica y/o la informática en querer sacar partido de un sector con un gran potencial. Las consolas dejaron de ser juguetes para siempre, convirtiéndose en dispositivos multimedia con múltiples capacidades y que llegaban a todos los públicos. Este aspecto se ha explotado sobre todo en la presente generación gracias a la conectividad a Internet que ofrecen: chats de voz y vídeo, navegación por la red, reproducción de películas, series y música en "streaming", etc.
Claro que, si hablamos de Internet, ahí hay un actor que no se quiere perder ninguna fiesta, nada menos que Google. No, no os asustéis, aún no hemos oído nada de ninguna "gconsola" ni nada parecido, pero el gigante de Mountain View quiere apuntarse a la nueva moda, por supuesto, a su estilo. No sé si habéis oído hablar de Google TV, la nueva apuesta de esta compañía para adentrarse en el salón de nuestra casa. Básicamente es una interfaz para ofrecer aplicaciones en línea que aparecen directamente en la pantalla del televisor, la cual puede ser ejecutada por la propia televisión (ahí está Sony) o con aparatos externos a lo sintonizador de TDT (donde aparece Logitech). Digamos que es una manera de expandir la funcionalidad de un aparato a priori sólo destinado al visionado de contenido audiovisual.
Lo cierto es que es un tema no muy explotado. Hay quien se ha comprado un reproductor con disco duro que admite múltiples formatos, el que ha montado incluso un pequeño ordenador o quienes simplemente usan su consola, pero el uso suele ir encaminado a ver series y películas. No obstante, no es muy cómodo tener un Windows con sus minúsculas letras y un teclado y un ratón en una tele a varios metros de distancia. Así que ahí entra Google, que ofrece a los desarrolladores una vía para crear programas específicos para ser ejecutados en una televisión, con un control o una interfaz adecuados. Y donde hay una posibilidad de lanzar aplicaciones de cualquier tipo, ahí vienen los juegos. Y si no que se lo digan a Apple cuya AppStore está plagada de videojuegos, e incluso ya sucedía antes con los móviles con JAVA. Como el objetivo de este artículo no es explicar qué es Google TV, mejor que veáis un pequeño vídeo para poder continuar hablando sobre ello.
Como digo su objetivo no es enfrentarse a Nintendo, Microsoft ni, por supuesto, Sony, uno de sus aliados en esta aventura. No parece que estén interesados en el hardware, sino más bien en que sean otros los que creen los dispositivos que lleven sus soluciones de software. Ahí tenemos el Nexus One, que si bien realmente lo hacía HTC, era el único teléfono que podía definirse como "made in Google", el primero y el último de momento. Ellos hacen Android, los terminales que los hagan otros, una forma de evitarse competencia y ganar mercado. Su principal rival con Google TV es curiosamente Facebook, uno de los pocos enemigos a batir que le quedan en Internet y a quien no ha sido capaz de superar con ninguno de sus inventos, llámense Wave, Buzz o cualquier otro.
Hacerse un hueco en el televisor les permite una nueva vía de entrada para sus servicios, como Picasa o GTalk. ¿Os imagináis vídeo-conferencias a través de la tele? No parece tan lejano. Y si usas esos servicios en Google TV y Android, ¿por qué no seguir utilizándolos en el PC? Pues eso, otra forma de comer terreno a la competencia en Internet en todas las áreas. Incluso los juegos. Porque uno de los motivos del éxito de Facebook son sus miniaplicaciones entre las que destacan los juegos, que por simples que nos resulten a muchos no dejan de causar furor entre un gran número de personas que tampoco necesitan más de un videojuego. Entretenimiento para un rato cada día sin mucha dificultad.
He visto unos cuantos movimientos sospechosos en los últimos días que no hacen otra cosa que remarcar lo que es un secreto a voces. En primer lugar tenemos a Google soltando la pasta en Zynga, los creadores del famosísimo Farmville. Más de cien milloncejos de inversión, que se dice pronto. Esto ha venido seguido de negociaciones con otros estudios como Playfish, recientemente adquirido por Electronic Arts y también con presencia importante en Facebook. Paralelamente Logitech nos ha hecho saber su intención de vender periféricos para su dispositivo de Google TV y presumiblemente también para los televisores compatibles, dado que ése es su principal negocios. Entre ellos estaría un mando para jugar. Y si digo que Google TV será compatible dentro de poco con el SDK de Android, parece claro que no tendremos que limitarnos a jueguecillos en Flash sino que igual nos topamos con conversiones algo más serias desde dicha plataforma móvil.
No termino de ver que la gente vaya a pagar por videojuegos de este calibre en su televisor, pero si la oferta es amplia y gratuita tiene bastantes visos de conseguir una gran audiencia. Luego está el obstáculo de tener que comprarte los aparatos aparte, ya sean los periféricos o incluso el "sintonizador" por llamarlo de algún modo. En el lado opuesto tenemos el PC, que al fin y al cabo ya viene con todo de serie, o incluso las consolas, que si bien no tendrían ni forma de compararse en cuanto a juegos, otro mundo es el tema multimedia a través de Internet que aún está un poco verde. Así que aún mantengo mis reservas: no es lo mismo jugar un ratito conectándote en el ordenador desde donde sea que tener que encender la televisión expresamente para cuidar de una cutre-granja (con todos los respetos).
Personalmente veo Google TV en sí mismo, más allá de los juegos, con una sensación mixta. Por un lado, es un paso más de Google en la dominación del mundo. Controla de forma casi monopolística las búsquedas en Internet; raro es el día que no entramos a YouTube; ya está incrustado seguramente en una esquina de nuestro navegador, o incluso nos proporciona el navegador entero; está llegando a nuestros móviles con Android; probablemente tienes una cuenta de correo en GMail y usas Buzz, Google Calendar, Google Reader o cualquiera de sus otros servicios; cuando buscas una dirección empleamos Google Maps; una buena parte de los blogs en Internet se crean en Blogger... y así hasta el infinito. Eso sí, por encima de todo, y lo que más fuerza le da a esta empresa, es que es la dueña casi absoluta de la publicidad en Internet, lo que le permite que todo lo anterior sea gratis y así tenga tantísimo éxito. ¿Y ahora quiere entrar en nuestro salón y ocupar nuestra televisión? Como para echarse a temblar.
Por otro lado, la idea me parece interesantísima y era raro que nadie diera el paso adelante para unir de una forma mucho más amplia y sencilla Internet y la televisión. Cada uno hacía la guerra por su cuenta, incluyendo determinados servicios sueltos como YouTube, Hulu, Netflix o incluso cadenas generalistas (Antena 3, TVE o La Sexta en España de la mano de Sony). Lo que faltaba era alguien que pusiera orden en el caos y seguramente nadie tiene más potencial que Google para conseguirlo. Yo como consumidor, y seguro que muchos de vosotros también, desde que Internet da tantas facilidades para ver lo que queremos y cuando queremos cada vez acudo menos a la desastrosa televisión nacional, salvo eventos en directo obviamente. Veremos en qué queda este asunto el próximo otoño con incógnitas como qué otros fabricantes se unirán a Google, cuál será la oferta de contenidos (sobre todo en nuestro país) o qué nivel y utilidad tendrán las aplicaciones, entre ellas los juegos.